lunes, 3 de marzo de 2008

Ahimsa



No impongas nada a los demás, ni siquiera las ideas. Esfuérzate por soportar los defectos y errores ajenos sin tratar de combatirlos. Debes trabajar la disciplina para transformar tu agresividad en fuerza espiritual que transmute al ego. La única paz verdadera, en este mundo, es la Paz del corazón; por eso es la única verdaderamente alcanzable para el hombre, si se vuelve hacia ella con determinación inquebrantable.


Hagakure. Yamamoto Tsunetomo.

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