miércoles, 6 de julio de 2011

Alégrale la vida a los demás.


¡Alma mía! Toda la eternidad es un solo instante,
un aliento sin graves, sin agudos.

Considera un regalo este instante que vives,
apúralo feliz, no hay tiempo de estar triste.

Porque si pasa tu oportunidad, no volverás a verla,
y tu tiempo es más corto que el instante más corto.

Te sonreirá la vida, si tu también sonríes,
pero si te entristeces, todo lo verás negro.

No entregues a este mundo pasajero
tu corazón, porque ese mundo es inestable.

Alégrale la vida a los demás, y se también tú alegre:
no hay bien mejor en este mundo.

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